Tengo que reconocer que hacía tiempo que un
restaurante no me sorprendía tan gratamente como lo ha hecho el restaurante
japonés Enso Sushi de Murcia.
Y tengo que decir antes de continuar que fuimos
invitados por Samuel y Lorena... gracias.
Por fuera el local no llama la atención: grandes
cristaleras con cortinas de color claro y poca floritura. Al entrar más de lo
mismo, decoración minimalista en tonos claros y madera oscura... agradable,
sencillo.
Íbamos a menú degustación... y nos dejamos llevar. Desde
el principio el servicio fue atento, muy correcto y paciente con nuestras
preguntas ya que nuestros conocimientos sobre la cocina japonesa eran (y siguen
siendo) escasos. Me pareció divertido que no ofrecieran cubiertos normales, sólamente palillos que
resultan fáciles de utilizar con el pinganillo
de plástico que te dan y que se ve en las fotos.
Para empezar un chupito
de sake con lima que resulto suave y refrescante. Rápidamente empezó lo
bueno... tataki de bonito... espectacular, el bonito iba marcado, semicrudo y
acompañado de una salsa de jenjibre que le daba un toque cítrico riquísimo.
Seguimos con una vieria a la plancha con puré de
puerros... muy bueno y acertada la combinación.
Después vinieron el futomaki de salmón; uramaki california
con unas huevas de color naranja fluorescente que al explotar en la boca producían
una sensación divertida y que le daban un sabor a mar delicioso; maki de salmón,
espárrago y queso cremoso en el que me encantó encontrar un trozo de huerta en
un plato japonés... resultaba una mezcla genial. Seguimos con el uramaki tartar
de salmón y un suave nigiri de pez mantequilla.
Antes del postre un tataki de solomillo (otra vez
solo marcado) con unos fideos de algo parecido al pan de gambas de los
restaurantes chinos y verduras al wok que estaba delicioso.
Todo acompañado con la salsa de soja, el wasabi y
jenjibre para no mezclar los sabores.
Para terminar una tarta de frutas con chocolate
divertida de presentación y agradable al gusto... buena pero reconozco que me
hubiera gustado seguir con el rollito oriental.
Me habían hablado bien del sitio y no defraudó en
absoluto... incluso a mi mujer, que ve un japonés y se le ponen los pelos de
punta, le gustó la comida y disfrutó especialmente con los tatakis de bonito y
solomillo y con la vieira.
Me encantó la experiencia, fue un deleite para los
sentidos, creo que la mezcla de las técnicas orientales con productos locales
es muy buena, y lo recomiendo incluso para aquellos que no les guste
la comida oriental.
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