Después de los helados de fresa y melocotón, cerramos la temporada de verano con un helado de vainilla...
Ingredientes:
8 yemas de huevo
1 vaina de vainilla
Cortamos la vaina de vainilla por la mitad, a lo
largo, y raspamos las semillas. Echamos todo en la leche, en un cazo, y llevamos
a hervir. Cuando empiece a hervir apagamos y dejamos infusionar unos minutos.
En otro lado mezclamos las yemas con el azúcar, solo
mezclar no batir. Si batimos perderemos color en la mezcla y después el helado
quedará más blanquito.
Añadimos la leche poco a poco y vamos mezclando.
Cuando tengamos todo mezclado volvemos sobre el fuego. Removemos constantemente
para evitar que se pegue al fondo. Es importante que no llegue a hervir para
evitar que se corte la mezcla. Cuando haya espesado y nape ligeramente una
cuchara lo retiramos.
Colocamos el cazo dentro de un recipiente con agua
fría y hielo para enfriar la mezcla cuanto antes. A continuación la
introducimos en el congelador. Removeremos cada hora durante las tres o cuatro
primeras horas para conseguir un helado más cremoso. Si tenéis heladera bastará
con utilizarla siguiendo las instrucciones del fabricante.
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