Huertos sin tierra y desayunos a domicilio

Que estamos en una de las mayores crisis de la historia moderna es algo que no admite discusión… que toda crisis es época de nuevas oportunidades y de agudizar el ingenio tampoco.

Leyendo los negocios que se han creado en la Región desde que comenzó la tormenta me han llamado la atención dos por su originalidad y su relación con la gastrología.

El primero es Huertobaby. Sus creadores, dos ingenieros agrónomos, nos animan a instalar un minihuerto en casa en un macetero de 30X30 centímetros, sin tierra. Para ello utilizan los cultivos hidropónicos y, al parecer (no lo hemos probado, pero lo haremos en breve), obtienen hortalizas de alta calidad, limpias y con sabores y texturas fascinantes.

Básicamente la técnica consiste en emplear como soporte un medio líquido, olvidándonos de la tradicional tierra y evitando, así, la aparición de insectos en casa. Además complementan la oferta con una malla y un mini-invernadero para las épocas de frío. Aseguran que se puede obtener una buena cosecha durante todo el año de productos como la lechuga iceberg, lechuga romana, lechuga lollo rosa, lechuga cogollito de tudela, escarola, achicoria (diente de león), rúcola, berro, albahaca, cilantro, pai-tsai (acelga china), rabanito, cebollino, cebolla, apio y perejil. El precio es de 25 euros la primera vez que nos pongamos manos a la obra, y las sucesivas plantaciones 15 euros.

Una idea atractiva para tener un huerto en casa… y luego a cocinar!

La segunda iniciativa es Katy Ring, que nos envía a casa el desayuno. La idea de este matrimonio surgió de algo que ya existía en algunos países de América Latina y en Madrid y Barcelona. A través de la web o con una llamada de teléfono encargamos una cesta y nos la llevan a casa con todo lo que un buen desayuno necesita: zumo, infusión, repostería, taza y cucharita… y lo que se te pueda ocurrir.

Pero como no sólo de desayunos vive el hombre, amplían su oferta a meriendas, aperitivos, cestas de chuches, detalles para celebraciones…