¿Cómo ahorrar en la compra?

Estamos en crisis… hay que apretarse el cinturón. Y aunque no lo estuviéramos… nunca es bueno tirar ni la comida ni el dinero.

Aquí tenéis diez trucos para ahorrar en nuestra compra que propone la Fundación Alicia en uno de sus últimos trabajos…


 

Planifique sus compras: piense antes los menús de las comidas de la semana. Revise los ingredientes en la nevera y los armarios y, a continuación, escriba una lista de la compra sólo para los extras que necesita.

Fíjese en las fechas: si no ha pensado consumir en breve un producto con una fecha de caducidad cercana, busque otro con una fecha más lejana o piense en comprarlo el día que lo vaya a consumir.

Mantenga segura la nevera: revise la estanqueidad de las puertas y la temperatura del refrigerador. Los alimentos deben conservarse entre 1 y 5 º C para la máxima frescura y longevidad.

Rotación: cuando compre alimentos nuevos coloque todos los productos más antiguos que tenga en la despensa y la nevera en la parte delantera. Coloque los alimentos nuevos en la parte posterior para reducir el riesgo de encontrar un alimento con moho en los compartimentos donde guarda los alimentos.

Aproveche al máximo las sobras: en lugar de lanzar las sobras a la basura, las puede utilizar para las comidas del día siguiente, o congelarlas para otra ocasión (importante: saber qué y cómo lo congelamos). La fruta que está más madura se puede utilizar para hacer batidos o pastel de fruta. Con las verduras que están empezando a marchitarse se pueden hacer sopas.

Servir cantidades pequeñas de comida con la condición de que todo el mundo puede repetir, una vez haya dejado el plato limpio. Nosotros aplicamos aquí una regla: servimos la comida en plato pequeño.

Conserve los alimentos de acuerdo con las instrucciones del envase.

Congelar: si consume sólo una pequeña parte de la barra de pan, congélela cuando llegue a casa y sólo tendrá que sacar unas cuantas rodajas un par de horas antes de que las necesite. Del mismo modo, congelar los alimentos que haya cocinado en porciones adecuadas para tener la comida a punto para las noches en que se encuentra demasiado cansado para cocinar (otra vez, cuidado aquí con lo que congelamos y cómo lo congelamos).

Convierta los residuos en alimento para las plantas: algunos residuos de alimentos son inevitables, por lo tanto, ¿por qué no crear un cubo de compostaje para las cáscaras de frutas y verduras? En pocos meses, obtendrá un abono rico y valioso para sus plantas.

Y como resumen de todo lo anterior:

tenga en cuenta su bolsillo: desaprovechar la comida significa derrochar el dinero.

Algunas cosas ya las hacíamos… pero otras ni nos las habíamos planteado.