Cena de San Valentín

Un grupo de ocho amigos estuvimos cenando el viernes 10 de febrero en el restaurante El Sibarita, en Torreagüera (Murcia). Todos nos apuntamos al menú de San Valentín. Estaba compuesto por cinco platos que, según anunciaba un cartel, eran los siguientes:



1) Bienvenida: cubalibre de foié [sic], membrillo casero y grissines de caramelo.
2) Cortejo: ensalada de queso brie crujiente, pera y vinagreta de fruta de la pasión.
3) Preludio: taco de bacalao al tofee de miel y romero.
4) Seducción: magret de pato con chutney de piña y mango.
5) Final perfecto: tarta tatén [sic] de manzana asada, crema bourbon de vainilla y canela.

El menú, de 30 euros, incluía:
- Agua, refresco o cerveza.
- Tinto Rioja, ribera del Duero o Jumilla.
- Café y aguardiente.


Empezamos tomando unas cervezas Estrella de Levante. El menú no contemplaba la posibilidad de una cerveza de más nivel, pero
parece que el restaurante cuenta entre sus cervezas con la Estrella Damm Inedit.

Los platos 1 y 2 eran servidos al mismo tiempo. No encontramos por ningún lado el membrillo casero, pero la mousse de foie y el grisín estaban deliciosos. El brie rebozado (que no crujiente) es una manera airosa de comerse esos quesos brie con leche pasteurizada que tenemos que soportar en los supermercados. La pera le daba a la ensalada un toque jugoso y dulce muy de agradecer.



El taco de bacalao estaba meloso, y el tofee de miel y romero fue un gran acierto. Venía acompañado de una quenelle de puré de boniato.



El magret de pato se sirvió bien caliente y jugoso. El chutney, con su sabor dulzón con puntito picante,  es un muy buen sustituto de la consabida compota de manzana o pera. El plato tenía además unas chips de plátano macho crujientes y sabrosas.



El postre estaba bueno,  pero no era exactamente lo anunciado. En lugar de Tarte Tatin era una tarta de manzana (con masa quebrada, eso sí lo compartía con la típica Tarte Tatin). No estaba por ningún sitio la crema de bourbon de vainilla y canela. Más bien habían rociado la tarta con azúcar refinado y con un chorrito de bourbon, y lo habían flambeado con un soplete de cocina antes de servirlo. La canela estaba espolvoreada, adornando el plato. Y había también una bola de helado de licor de manzana.


Es de recibo decir, porque parece que era intencionado, que el color que predominaba en el menú era el amarillo (juzguen las fotos) y el sabor el dulce.

Si no recuerdo mal, tomamos un Protos Joven Roble. Y terminamos con un aguardiente corrientito.

El servicio fue diligente y amable.

Terminamos contentos de haber compartido risas y un menú razonable en un restaurante con ideas interesantes.

3 comentarios:

  1. Acabo de entrar en este blog gracias a mi amigo david.
    Me parece bastante interesante para aquellos que hacen de la gastronomía un placer.
    Una pregunta...blogueais sobre la región de Murcia? La verdad es que hecho de menos algo así sobre esta gran región (se nota que soy Murcianico?) y aunque no me gusta experimentar, se que hay sorpresas por descubrir en estos lugares.
    Animo y contar conmigo para descubrirlas.

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  2. Por cierto, necesito una recomendación para una cena con amigos, donde se pueda disfrutar comiendo...

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  3. Hola Fernando,
    nos alegra que te guste y te diviertas con el blog... ese es el sentido y el objetivo. Sobre todo cometaremos sitios de la Región y eventos de aquí... somos murcianicos.
    Es difícil recomendar algo así a vote pronto pero te voy a dar dos nombres: uno el propio Sibarita que comentamos que es original y vanguardista en su cocina pero está fuera de Murcia, otro en pleno centro: Barverde, en la plaza de los apostoles (junto a la catedral). En ambos la relación calidad-precio es buena.
    Espero que disfrutéis.
    Un saludo, muchas gracias.

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